Cuando me encargaron este cuadro, Alberto vino a casa y estuvimos casi una hora conversando. Hablamos de los proyectos actuales de los chicos y de nuestras vidas que si bien se parecen mucho, yo por lo menos cuento con todos mis miembros en pleno ejercicio. Cosa que alberto no puede decir.
Tal vez sea eso en lo único que puedo ganarle al gran Alberto. Tipo directo pero muy tierno. El me hizo pagar los bizcochos que siempre promete traer la próxima vez, pero que en definitiva, por una cosa o por otra, termino comprando yo. El café fue el mejor que pude hacer, y Alberto lo disfrutó.
A pocos minutos del final de nuestra reunion (alberto tenia que ir a Koala records para ver como andaban las regalías de los muchachos) yo le dije "alberto, al final, no me dijiste nada de la ilustración que me ibas a hablar" a lo que el respondio: "mira que no hay un peso". Infalible, tácito, directo, Alberto Urquiza había estampado otra gran frase en el imaginario popular: MIRA QUE NO HAY UN PESO.....
Después de que se fue, quedé pensando mas de tres horas con lo que me había querido decir.... MIRA QUE NO HAY UN PESO. Me fuí a dormir consternado, meditabundo y sin bañarme (esto no tenia nada que ver con lo que me dijo alberto, pero es cierto).
A la mañana siguiente tuve que ir al trabajo y no pude aguantar más. Llamé a Alberto y le dije que me repitiera lo que me había dicho. Y fue un contundente: MIRA QUE NO HAY UN PESO.
Decidiamente abandoné todo lo que estaba haciendo y me dirijí a mi casa a terminar el dibujo que los chicos necesitaban para las proximas tazas de la feria del disco en Frankfurt.
Así que aquí tienen el diseño de las tazas. Aún falta que el ceramista me traiga el cromalon y apruebe los colores. Los super me tienen que aprobar el diseño final... pero aun queda en mi cabeza la frase de Alberto. Valdrá la pena tanto esfuerzo?
